La Fiscalía asegura que en el juicio del 17-A se ha acreditado que el imán de Ripoll murió en la explosión de Alcanar

  • La fiscal ha negado que Es Satty esté vivo y que hubiera podido huir vía el aeropuerto del Prat (Barcelona).
  • Solicita 41 años de prisión para Houli y 36 para Oukabir, acusados de pertenencia a organización terrorista.
El magistrado Alfonso Guevara durante el juicio contra tres acusados por los atentados del 17 de agosto de 2017 en Barcelona y Cambrils (Tarragona)
El magistrado Alfonso Guevara durante el juicio contra tres acusados por los atentados del 17 de agosto de 2017 en Barcelona y Cambrils (Tarragona)
EFE/ Fernando Villar POOL
El magistrado Alfonso Guevara durante el juicio contra tres acusados por los atentados del 17 de agosto de 2017 en Barcelona y Cambrils (Tarragona)

La Fiscalía ha negado, durante la sesión de este lunes del juicio por los atentados del 17-A, que el imán Abdelbaki Es Satty esté vivo, como apuntan algunas partes, y ha defendido que la investigación y las pruebas aportadas durante la vista oral han acreditado que murió en el chalet de Alcanar. 

Esta es una de las conclusiones que ha expuesto este lunes la fiscal Ana Noé en el turno de los informes finales del juicio contra Mohamed Houli Chemlal, Driss Oukabir y Said Ben Iazza. 

También ha asegurado que los restos encontrados en el lugar de la explosión de la casa de Alcanar corresponden a Youssef Aalla y a Abdelbaki Es Satty y que estos restos son "incompatibles con la vida" y coincidentes con las muestras genéticas que se extrajeron para corroborar su identidad.

La fiscal ha remarcado que uno de los dos perfiles genéticos de los restos encontrados en Alcanar coincide con los que fueron extraídos de una túnica encontrada en el piso del imán y de una lata de Coca-Cola encontrada en su furgoneta. También con las muestras de ADN extraídas a su madre y a su hija en Marruecos.

Noé también ha negado que Es Satty hubiera podido huir vía el aeropuerto del Prat y ha descartado que una familiar de uno de los autores del atentado de Bruselas, que viajó a Barcelona en agosto, tenga relación con los atentados del 17 y 18 de agosto y una hipotética fuga de Es Satty.

Los atentados "fueron gestándose desde 2015"

La Fiscalía ha afirmado que los atentados "fueron gestándose desde 2015 con la llegada del imán a Ripoll e incluso mucho antes, si tenemos en cuenta el testimonio de los conversos". 

Noé ha recordado que los dos jóvenes a los que Es Satty trató de adoctrinar a Castellón corroboraron las intenciones e influencia del imán, al que la Fiscalía considera "el líder de la célula terrorista" y "la persona que transmitió el terrible ideario de Estado Islámico los jóvenes de Ripoll". También ha subrayado la "fijación de Es Satty con la historia de Al-Andalus".

Niega ruptura de la cadena de custodia

El Ministerio Público ha considerado que "en ningún momento hubo ruptura de ninguna cadena de custodia en la investigación de Alcanar". Varias partes han tratado de introducir dudas sobre la cadena de custodia durante la vista oral, especialmente con respecto al ADN del imán.

Considera que Houli no ha colaborado en nada

La fiscal ha descartado la posibilidad de que se aplique algún atenuante al acusado Mohamed Houli, para quien solicita la pena de 41 años por los delitos de pertenencia a organización terrorista, tenencia, depósito y fabricación de explosivos, y conspiración para cometer estragos terrorista, porque, en contra de lo que sostiene la defensa del acusado, "no hay reconocimiento de nada, ni ayuda de ningún tipo para la investigación". 

En este sentido, ha desatacado que "no hay ningún abandono voluntario de las actividades delictivas", ya que al resultar herido en la explosión de Alcanar la noche anterior a los atentados, directamente es ingresado en el hospital.

"En su primera declaración no se habían producido los atentados y ojalá hubiera colaborado a evitar estos acontecimientos. Tampoco ha ayudado a la contención del delito o a recabar pruebas", ha afirmado la fiscal, que tras repasar todas las manifestaciones prestadas por el acusado ante los Mossos d'Esquadra y ante el juez instructor, ha señalado que no ha prestado ningún tipo de colaboración, sino que más bien ha ido rectificándose.

Según la fiscal, tampoco se puede dar credibilidad al argumento esgrimido de que toda su participación en la célula yihadista era porque estaba "drogado o amenazado", pues ha quedado probado que su "proceso de radicalización comenzó en 2015" y que era "conocedor" de todas las actividades y planes del grupo.

Así, según ha dicho la fiscal, se demuestra en las fotografías y vídeos grabados por el propio acusado en los que "no se ve ningún tipo de reserva de los demás miembros del grupo hacia Houli" o en las conversaciones telefónicas en las que desprende que éste estaba "al corriente" del desarrollo del viaje que emprendieron dos miembros de la célula a París, donde recogieron imágenes de las inmediaciones de la Torre Eiffel.

Driss Oukabir, el miembro "díscolo" de la célula

También ha quedado acreditada la integración en la célula yihadista del acusado Driss Oukabir, para quien se solicita 36 años de prisión por los mismos delitos que a Houli, según ha explicado el teniente fiscal de la Audiencia Nacional, Miguel Ángel Carballo.

El fiscal también ha querido recalcar que a los acusados no se les puede atribuir ningún delito de asesinato porque "no han tenido participación" en los atentados de Barcelona y Cambrils. En el caso de Houli Chemlal porque se encontraba en el hospital y en el caso de Driss Oukabir porque poco antes había decidido decidido abandonar los planes, ha explicado.

Ello no impide que los acusados puedan ser juzgados y castigados penalmente por sus actuaciones hasta que explotó la casa de Alcanar, ha señalado el fiscal Carballo, que ha subrayado que ha quedado probado que estos dos acusados han intervenido "activamente" en la preparación de los atentados, así como en el "encubrimiento" de estas actividades.

Así, ha destacado que Driss Oukabir, aunque posiblemente fuera el miembro "más díscolo" de la célula, finalmente cayó en la "atmósfera sagrada" que ofreció Es Satty a los jóvenes, quienes "poco a poco se autoconfinaron -lamentando el uso de la palabra ante la actual situación de pandemia- de la sociedad".

Prueba de ello son todas las conversaciones que mantuvo con su hermano Moussa -uno de los terroristas abatidos en Cambrils-, quien era el "nexo de comunicación" entre Driss Oukabir y la célula y con quien utilizaba un "lenguaje críptico". "Una forma de actuar no muy propia de una conversación normal o de alguien que cree que no está haciendo nada malo".

Además, ha señalado que Oukabir era tal conocedor de lo que se estaba planeando que su preocupación era no dejar rastro. Por ello se desplaza 80 kilómetros para alquilar una de las furgonetas con las que se pretendía atentar y deja como teléfono de contacto un número falso, ha recordado el fiscal, al mismo tiempo que ha concluido que este acusado "no tiene ninguna intención de evitar lo que se iba a hacer con esa furgoneta".

Colaboración con la célula

Por último, sobre el tercer acusado, Said Ben Iazza, que se enfrenta a 8 años de prisión, la Fiscalía le acusa del delito de colaboración con organización terrorista por "prestar apoyo idóneo y eficaz" a los miembros de la célula con quienes había "absoluta confianza".

Ben Iazza prestó una furgoneta de su tío para la adquisición y transporte de productos químicos, así como su documentación personal para ocultar la verdadera identidad del comprador del material para fabricar los explosivos.

El juicio se reanuda el próximo 1 de febrero, cuando el resto de acusaciones comenzarán a exponer ante el tribunal de la Sección Tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional sus respectivos informes finales.

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